viernes, octubre 13, 2006

AAD. Miércoles 11 de octubre de 2006. Día 5

A ver de lo que me acuerdo dos días después...

Empezamos la tarde con dos horas de técnica vocal, iniciadas por un breve calentamiento dirigido por S (sin él quererlo, por mandamiento de todos jeje). Hubo varios ejercicios.
El primero fue una continuación del que hicimos el otro miércoles: todos andando rápido por la clase sin dirección fija, como si estuviéramos en la cubierta de una barca. Al oír un golpe todos teníamos que correr hacia un sitio "seguro" (una posición en la barca con respecto a los demás que dejara la barca equilibrada), para suspirar en el momento que nos sintiéramos seguros. Creo que después del suspiro hicimos otras cosas, pero no me acuerdo.
En el segundo se suponía que estábamos en una ciudad antigua en la que había tensiones o "comidillas" por las calles, y todos andábamos rápido de un lado para otro. Cuando sonaba un golpe teníamos que correr hacia otra persona y decirle nuestro nombre. ¡Ah! antes de eso estuvimos andando con una mano en la barriguilla y otra en el coxis, imaginando que entre las dos manos se encontraba un sol o una máquina que nos daba energía, y que nuestros brazos, piernas, etc, eran rayos que partían de ese sol. Sí. Después, lo que hacíamos era ir andando cada vez más rápido y, al oír un golpe, corríamos hacia una pesona a decirle nuestro nombre como si fuéramos un sol, es decir, dándolo todo, estirándonos y como si fuera algo maravilloso (mas o menos, aunque la profe no nos lo dijo con estas palabras). Estuvimos un tiempo con lo de decir nuestro nombre a otra persona, no sé si con alguna variación más en las formas.
El tercer ejercicio pretendía emular algo que se daba en el teatro griego (no me acuerdo del nombre, sorry), en donde una persona habla delante de una multitud que le responde. Seguíamos andando a "tó meter" por la ciudad, y en un momento dado alguien levantaba el brazo, todos corríamos a ponernos delante de él, él decía su nombre y todos repetíamos su nombre a voces "tó enfainaos" jeje. Una pasada, menudo subidón. Después había que decir el nombre seguido de una palabra que nos gustara especialmente o que nos apeteciera decir. Me costó arrancar, y al final levanté el brazo, esperé a que todos se pusieran por delante y solté un "¡¡¡¡¡¡ERT VACACIONESSSSSSS!!!!!!" que al oirlo repetido en las voces de los demás sonó de una forma que no os podéis imaginar... bestial. Qué ganas de que llegue la semana que viene para tener unos días libres :')
En el ejercicio siguiente había que soltar la voz, olvidarnos del lenguaje, volver a lo primitivo. Seguíamos de un lado para otro por la ciudad (en plan 5 kilómetros marcha). En un momento dado alguien levantaba la mano, nos poníamos a su alrededor y él soltaba algo sin significado y sin relación con ningún idioma, lo primero que se le ocurriese. Una serie de sonidos sin sentido con los que tenía que conseguir convencernos de lo que decía. Uno lo hizo en plan vikingo, otra en plan chino, otra en plan troglodita... yo no lo hice, no me salió nada.
El último ejercicio consistía en decir de tres formas distintas una palabra que usáramos mucho en el día a día, es decir, esa coletilla que usamos siempre en todas las frases y en cualquier situación o cuando no sabemos qué decir. Premio para el que adivine cuál fue la palabra que dije yo... mmmm bueno está bien, como no tiene mucho misterio y no tengo muchos euromillones para repartir lo diré: fue "bueno". Bueno bueno bueno bueno bueno bueno. Sí, sí (me falta el emoticón del messenger jaja). Todos nos pusímos en círculo. Nos relajábamos, estirábamos, vostezábamos... y cuando alguien sentía que era su momento se ponía en el centro del círculo, nos miraba uno a uno a los ojos para comprobar que le estábamos atendiendo, y decía su palabra. El resto tenía que decír esa palabra con la misma intención, no necesariamente imitándole, sino como la diría él mismo. Dicha la primera palabra la persona se relajaba dando vueltas por el interior del círculo, y cuando consideraba oportuno se ponía otra vez en el centro, miraba uno a uno a los ojos, y decía la palabra de la segunda forma. El resto decía la palabra como respuesta cuando él se la decía, o nos la decíamos entre nosotros... la situación era muy surrealista, de película. Muy interesante. La operación se volvía a repetir una tercera vez, después la persona volvía a su sitio y todos nos relajábamos, estirábamos, movíamos, etc, hasta que otra persona salía al centro. Mis "buenos" fueron:

- "buenooooooo" en plan "anda yaaaaaa"
- "¡bueno!" en plan "¡qué me cuentas!"
- "bueeno" en plan "psssé"

Después de hacerlo todos acabamos la clase de forma un poco triste (alguna echó la lagrimizlla y todo). La profesora nos dijo que se había cogido una excedencia para ir a estudiar en la universidad de Columbia en Nueva jamón de York, que era algo que llevaba aplazando desde hacía mucho tiempo y que ahora era el momento. Nos dijo que volvería para el último cuatrimestre, y también (para que veáis el nivel Maribel de nuestros profesores de artes) que iba a dar un taller de técnica vocal... ¡en el mismísimo Actor's Studio! (mis opiciones sobre tal sitio me las reservo, pero nadie niega que es uno de los lugares más importantes o por lo menos más reconocidos del panorama actoril internacional) .

Tras las despedidas y los abrazos nos fuimos a la clase de expresión corporal, que tuvimos que sustituir inicialmente por una clase improvisada de taichi, ya que la profesora estaba solucionando unos problemillas y no pudo venir a tiempo. Algunos traidores huyeron en ese "entremientras", quedándonos sólo cuatro pelagatos. Al final acabamos siendo cinco tras la repentina aparición (tras su desaparición) de B. El caso es que la clase de taichi nos la dió el profesor de taichi (haciendo horas extras el pobre) lo cual nos vino muy bien para otra chica y yo que faltamos a la clase del martes. ¡Ah! antes del taichi sobamos un poco a un compañero, por aquello de descargar músculos. Y mi apañera de sobeteos hizo gracias varias sobre algo que dije de "sólo veo el paisaje" blablabla blablabla que no voy a contar aquí :P

Empezamos expresión corporal haciendo un juego como el del otro día para acordarnos de los nombres. Podéis pensar que el juego es tonto, sí. Y más cuando lo juegan seis personas incluida la profesora, sí ¿no? Pues no, no es tonto. O por lo menos no si uno de los que juega es el que escribe estas líneas :S Empecé bien pero fue tocarme la pelota, querérsela pasar a S y... y... me salía de todo menos "S". Seguimos. Otra vez se lo quiero pasar a S y... mmm... ahmmm... ¡ñgljkpr-mm-a! nada. Estuve un buen rato dándole vueltas al nombre y hasta que alguien no lo dijo (una vez continuado el juego) no hubo nada que hacer. Tendré que buscar en el mercado negro a ver si venden neuronas en dosis inyectables.
Lo siguiente fue el mismo ejercicio del otro día, andando de un lado a otro todos juntos para tener presente el concepto de "grupo", sólo que esta vez en un espacio muy reducido: el ancho del "carril" era el de una ventana un poco grande.
Seguimos con el ejercicio de movernos con los tiempos de la música. Primero movíamos la cabeza durante cuatro tiempos y esperábamos otros cuatro. Después la cosa se complicó. Teníamos que mover la cabeza, esperar cuatro tiempos, y realizar un giro de "x" grados con todo el cuerpo (cuantos quisiéramos) de tal forma que todo el giro ocupara los cuatro tiempos. Inmediatamente después del giro teníamos que mover la cabeza, esperar, hacer otro giro, mover la cabeza, esperar, hacer otro giro... ¡sin que la profesora marcara los tiempos! El ejercicio tenía como fin el que dominásemos los tiempos mentalmente (la profesora dijo un nombre más chulo pero lo siento, no me acuerdo) ¡Y lo hicimos! (autobesamientos varios muak muak).
El penúltimo ejercicio consistía en ir por parejas de un lado a otro de la clase, a lo largo. Teníamos que hacer un movimiento libre, de tal forma que si empezábamos con un movimiento teníamos que seguir repitiéndolo hasta el final (hasta llegar al otro lado de la clase). Hasta que una pareja no llegaba al final no salía la siguiente. Cada persona de la pareja hacía lo que le parecía, no tenían que hacer los dos lo mismo. Estuvo chulo, pero me vi muy falto de recursos y de imaginación.
El último ejercicio lo hicimos también por parejas, sólo que esta vez uno era un muñeco de trapo, y el otro primero lo observaba y después le movía los brazos. El movimiento tenía que ser como si fuéramos un muñeco, es decir, como si el brazo estuviera muerto. Tras los movimientos, el compañero levantaba los brazos del muñeco y los soltaba repentinamente, cayendo los brazos "a plomo". Los míos hasta rebotaban con el cuerpo y todo jeje.

Bueno, pues creo que esto fue todo, ahora mismo no recuerdo más. Nos vemos en el siguiente capítulo ;) Besizllos ertianos

3 comentarios:

V dijo...

Vaya.
¿Nunca te ha apetecido salir a caminar sin rumbo por las calles de este pueblo grande y te ha sorprendido un detalle mínimo al que hasta entonces no habías prestado atención? Y de pronto todo adquiere un matiz diferente, y te resulta más armonioso. A mí me pasa cuando pienso que aquí en León, en alguna fría sala, un grupo de alumnos aprende a emocionarse y a emocionarnos (gracias a tus descripciones, es como si os viera).
Y hala, después de la momento sentimentaloide, voy a navegar por la red a ver si encuentro The Fearless Vampire Killers, or: Pardon me, but your teeth are in my neck. Hasta ahora no he tenido suerte.

Anónimo dijo...

Puessss normalmente me suele sorprender algún que otro detalle en el transitar de un sitio para otro, en especial desde que ya no me comporto como un "mirasuelos" :)
Lo de apetecerme salir a caminar por las calles... últimamente cuando me da la neura lo que hago es ir a andar monte arriba por la candamia jeje aunque la neura de momento sólo me da tres o cuatro veces al año, tengo que intentar que me dé más a menudo.
Lo que sí que me gusta mucho es, después de acompañar a alguien hasta su casa, volver caminando por este pueblo grande, quizá dando un rodeo mayor del necesario, disfrutando del silencio, la ausencia de coches y de todos sus ruidos derivados, de niños y jóvenes aullando, de contaminación, de gente... en cierto modo me siento como recorriendo un decorado una vez que se ha acabado de rodar la película... y me gusta.

El título del libro es muy bueno: "perdone, pero su diente está en mi pescuezo"... es que me imagino a mí mismo en la situación y seguro que lo diría jeje. Bueno, a ver si tienes suerte, lo encuentras y nos comentas qué tal está.

Por cierto, no lo dije pero para escribir este post utilicé bastante el DPD "onlain" de la RAE. Muy útil. Muchas gracias por el tirón de orejas ;)

V dijo...

En realidad no es un libro. Es una película de Roman Polanski (1967) que aquí, en un alarde de libertad creativa, tradujeron como "El Baile de los Vampiros". Fue mi primera película de vampiros y guardo muy buen recuerdo. Hum, lo del decorado no lo había pensado, pero tienes razón...