Hoy teníamos tres horas de interpretación y una de historia del teatro. Llegué cinco minutos tarde (por el asunto de las gafas), y al entrar resulta que no teníamos clase de interpretación, sino de historia del arte, con una profesora nueva. No sé por qué nada más verla he pensado en la doctora B-Kan :)
La clase de historia fue de presentación. Nos dedicamos a hacer algún ejercicio para conocernos y activarnos un poco. Primero un jueguillo con una pelota lanzándosela al compañero y diciendo su nombre al lanzarla. Fácil. Después el mismo ejercicio pero saliendo al centro y poniéndonos en el lugar de la persona a la que lanzamos la bola. Fácil. Ahora con dos bolas, cruces, cambios, líos, etc... nos lo pasamos como niños pequeños jiji.
El siguiente ejercicio ya fue algo más complicado e interesante, el del "zas". Vamos pasando un "zas" (decir "zas y dar una palmada) mirando al compañero, en una determinada dirección. Si alguien dice "zas zas" se cambia de dirección, y con un "zas zas zas" se salta a una persona. Además se puede decir una palabra (no me acuerdo cuál, algo parecido a "botón") mirando directamente a cualquier persona que no esté a nuestro lado, y entonces el "zas" sigue desde esa persona, en la dirección que ella quiera. Parecen juegos tontos, pero hechos a cierta velocidad son chungos de narices, y muy útiles para la coordinación general (girar cuerpo, dar palmada, decir "zas" y mirar a la persona adecuada a los ojos ¡en cinco decimas de segundo!) y para mantener vivos los sentidos, sobre todo para los que estamos ya algo entradillos.
Después nos sentamos y estuvimos hablando sobre los conocimientos de historia del teatro de cada uno (los míos claramente inexistentes), los textos teatrales que habíamos leído (Chespir, Lorca y poco más) y las obras representadas que habíamos visto. N.M. en todos estos aspectos, muy claramente.
A continuación tuvimos una reunión todos los alumnos de la escuela (los que teníamos clase hoy) para comentarnos los problemas con los profesores. Nos dijeron que esta semana intentarían solucionar el tema del profesor de técnica vocal, etc. Es lógico que el asunto tarde una o dos semanas en solucionarse, ya que depende del ayuntamiento.
Tras la reunión empezamos la clase de interpretación. ¿Quién fue el primero en salir y romper el hielo interpretativo? Sugus para el que ha dicho "Ert". Sí. Ya sabéis que no puedo con los silencios tensos y espectantes. Elegí empezar con el ejercicio del personaje, es decir, con el del niño. No voy a explicar todo detalladamente, sólo diré que lo hice de rodillas para meterme más en el personaje, y que estuve bastante rato trabajando lo de la voz, lo que quería decir, y la visualización y distribución de las personas a las que me refería. Me llevé un tirón de orejas pero que fue también para todos, por no tenerlo perfectamente trabajado. Yo es que tampoco sabía muy bien cómo había que trabajarlo, ahora ya lo sé :) Al niño le puse una edad aproximada de nueve años, y fue gracioso el hecho de que al ir repitiendo una y otra vez las frases iba poniendo inconscientemente una voz más grave, hasta que la profesora me dijo que recupera al niño del principio porque el que estaba haciendo ya estaba llegado a los once años xD
La cosa fue que al acabar el ejercicio me autoimaginé haciéndolo y me dije "por Alí Babá que esto no lo vea nadie" jaja no sé, me vino la vergüenza toda de golpe na más acabar.
El siguiente ejecicio que hicimos fue el del estado de ánimo. A mí ensayándolo en casa es el que más difícil me había resultado, en especial porque es un texto como con fuerza: te estás dirigiendo al público, y tiene un punto gracioso... de ahí que era incapaz de darle contenido a las palabras y parecer triste a la vez. O una cosa o la otra. Pero el caso es que salí a hacerlo y me salió bastante mejor de lo que lo hice en casa, aunque no me gustara del todo. El tema del ejercicio fue que después de hacerlo con la tristeza que habíamos trabajado en casa, había que hacerlo con otros tres estados de tristeza diferentes:
1) Tristeza ante algo que no tiene solución, que no tiene por qué ser necesariamente la muerte de un ser querido, puede ser la tristeza de alguien que se no ha ido a vivir a otro país para siempre, o de cualquier otra cosa que sea irremediable. Este no me costó mucho hacerlo, aunque eso sí, para meterme un poco en harina necesite 3.457,64 suspiros de Ehpañña y olé. Me van a acabar llamando "el suspiros" :P
2) Tristeza porque ha amanecido gris y nos dejamos llevar por esa sensación, y es una tristeza que nos gusta, o que nos apetece tener. Es una tristeza que nos puede permitir hasta sonreir.
En este sí que tuve problemas, porque a mí los días grises de lluvia me encantan. Lo hice (mal), y como no podía visualizar nada, ni imaginarme ni encontrar ese estado de ánimo, dije "es que a mí los días grises me gustan, me gusta que llueva". A lo que la profesora me dijo "bueno, pues entonces imagínate que hace mucho sol, que estamos en verano, y que es una tristeza ver ese sol ahí arriba..." y yo digo "pues más o menos, yo lo del sol lo llevo mal" y me dijo una cosa buenísima, qué descojone... fue algo así como que imaginara la primavera y que "qué tristes vamos a estar todos en mayo con el sol, ouch, una tristeza..." jaja lo mejor de todo es la forma en la que lo dijo, buenísima. Me encanta la voz que tiene, cálida e incisiva a la vez, me transmite muchas cosas buenas :)
Bueno, el ejercicio. Que por mucho que lo repetí y por muchos suspiros que hice para intentar meterme en el papel era incapaz de sacar nada... lo veía yo, así que lo tenía que ver el resto.
3) La última tristeza era la que surgía ante algo injusto, la que nos provocaba la impotencia. Tenía que ser el primer sentimiento ante esa realidad que nos imagináramos, no el fruto de un pensamiento reflexivo posterior que nos enfadaría o nos haría reaccionar de otra forma. Este ejercicio también era muy difícil, todos decíamos las frases más enfadados que tristes. Y es que ante algo injusto... ¿vosotros cómo reaccionaríais? Yo lo hice con más enfado que tristeza, ciertamente, aunque al final una de las repeticiones creo que me quedo algo triste. Visualicé a unos chavales que estaban pateando el estómago a un subsajariano (fue lo primero injusto que se me vino a la cabeza).
No nos dió tiempo a hacer el ejercicio de fregar los platos, así que lo dejaremos para el próximo lunes, junto a otros dos que tenemos que trabajar de deberes durante esta semana, con las mismas frases:
- Un personaje: un político o un predicador dando un "mitin" o convenciendo de lo que sea.
- Un estado de ánimo: enfado.
Con el texto que tengo creo que los ejercicios de la próxima semana me van a resultar bastante más fáciles que los de esta, ya os contaré ;)
La clase de historia fue de presentación. Nos dedicamos a hacer algún ejercicio para conocernos y activarnos un poco. Primero un jueguillo con una pelota lanzándosela al compañero y diciendo su nombre al lanzarla. Fácil. Después el mismo ejercicio pero saliendo al centro y poniéndonos en el lugar de la persona a la que lanzamos la bola. Fácil. Ahora con dos bolas, cruces, cambios, líos, etc... nos lo pasamos como niños pequeños jiji.
El siguiente ejercicio ya fue algo más complicado e interesante, el del "zas". Vamos pasando un "zas" (decir "zas y dar una palmada) mirando al compañero, en una determinada dirección. Si alguien dice "zas zas" se cambia de dirección, y con un "zas zas zas" se salta a una persona. Además se puede decir una palabra (no me acuerdo cuál, algo parecido a "botón") mirando directamente a cualquier persona que no esté a nuestro lado, y entonces el "zas" sigue desde esa persona, en la dirección que ella quiera. Parecen juegos tontos, pero hechos a cierta velocidad son chungos de narices, y muy útiles para la coordinación general (girar cuerpo, dar palmada, decir "zas" y mirar a la persona adecuada a los ojos ¡en cinco decimas de segundo!) y para mantener vivos los sentidos, sobre todo para los que estamos ya algo entradillos.
Después nos sentamos y estuvimos hablando sobre los conocimientos de historia del teatro de cada uno (los míos claramente inexistentes), los textos teatrales que habíamos leído (Chespir, Lorca y poco más) y las obras representadas que habíamos visto. N.M. en todos estos aspectos, muy claramente.
A continuación tuvimos una reunión todos los alumnos de la escuela (los que teníamos clase hoy) para comentarnos los problemas con los profesores. Nos dijeron que esta semana intentarían solucionar el tema del profesor de técnica vocal, etc. Es lógico que el asunto tarde una o dos semanas en solucionarse, ya que depende del ayuntamiento.
Tras la reunión empezamos la clase de interpretación. ¿Quién fue el primero en salir y romper el hielo interpretativo? Sugus para el que ha dicho "Ert". Sí. Ya sabéis que no puedo con los silencios tensos y espectantes. Elegí empezar con el ejercicio del personaje, es decir, con el del niño. No voy a explicar todo detalladamente, sólo diré que lo hice de rodillas para meterme más en el personaje, y que estuve bastante rato trabajando lo de la voz, lo que quería decir, y la visualización y distribución de las personas a las que me refería. Me llevé un tirón de orejas pero que fue también para todos, por no tenerlo perfectamente trabajado. Yo es que tampoco sabía muy bien cómo había que trabajarlo, ahora ya lo sé :) Al niño le puse una edad aproximada de nueve años, y fue gracioso el hecho de que al ir repitiendo una y otra vez las frases iba poniendo inconscientemente una voz más grave, hasta que la profesora me dijo que recupera al niño del principio porque el que estaba haciendo ya estaba llegado a los once años xD
La cosa fue que al acabar el ejercicio me autoimaginé haciéndolo y me dije "por Alí Babá que esto no lo vea nadie" jaja no sé, me vino la vergüenza toda de golpe na más acabar.
El siguiente ejecicio que hicimos fue el del estado de ánimo. A mí ensayándolo en casa es el que más difícil me había resultado, en especial porque es un texto como con fuerza: te estás dirigiendo al público, y tiene un punto gracioso... de ahí que era incapaz de darle contenido a las palabras y parecer triste a la vez. O una cosa o la otra. Pero el caso es que salí a hacerlo y me salió bastante mejor de lo que lo hice en casa, aunque no me gustara del todo. El tema del ejercicio fue que después de hacerlo con la tristeza que habíamos trabajado en casa, había que hacerlo con otros tres estados de tristeza diferentes:
1) Tristeza ante algo que no tiene solución, que no tiene por qué ser necesariamente la muerte de un ser querido, puede ser la tristeza de alguien que se no ha ido a vivir a otro país para siempre, o de cualquier otra cosa que sea irremediable. Este no me costó mucho hacerlo, aunque eso sí, para meterme un poco en harina necesite 3.457,64 suspiros de Ehpañña y olé. Me van a acabar llamando "el suspiros" :P
2) Tristeza porque ha amanecido gris y nos dejamos llevar por esa sensación, y es una tristeza que nos gusta, o que nos apetece tener. Es una tristeza que nos puede permitir hasta sonreir.
En este sí que tuve problemas, porque a mí los días grises de lluvia me encantan. Lo hice (mal), y como no podía visualizar nada, ni imaginarme ni encontrar ese estado de ánimo, dije "es que a mí los días grises me gustan, me gusta que llueva". A lo que la profesora me dijo "bueno, pues entonces imagínate que hace mucho sol, que estamos en verano, y que es una tristeza ver ese sol ahí arriba..." y yo digo "pues más o menos, yo lo del sol lo llevo mal" y me dijo una cosa buenísima, qué descojone... fue algo así como que imaginara la primavera y que "qué tristes vamos a estar todos en mayo con el sol, ouch, una tristeza..." jaja lo mejor de todo es la forma en la que lo dijo, buenísima. Me encanta la voz que tiene, cálida e incisiva a la vez, me transmite muchas cosas buenas :)
Bueno, el ejercicio. Que por mucho que lo repetí y por muchos suspiros que hice para intentar meterme en el papel era incapaz de sacar nada... lo veía yo, así que lo tenía que ver el resto.
3) La última tristeza era la que surgía ante algo injusto, la que nos provocaba la impotencia. Tenía que ser el primer sentimiento ante esa realidad que nos imagináramos, no el fruto de un pensamiento reflexivo posterior que nos enfadaría o nos haría reaccionar de otra forma. Este ejercicio también era muy difícil, todos decíamos las frases más enfadados que tristes. Y es que ante algo injusto... ¿vosotros cómo reaccionaríais? Yo lo hice con más enfado que tristeza, ciertamente, aunque al final una de las repeticiones creo que me quedo algo triste. Visualicé a unos chavales que estaban pateando el estómago a un subsajariano (fue lo primero injusto que se me vino a la cabeza).
No nos dió tiempo a hacer el ejercicio de fregar los platos, así que lo dejaremos para el próximo lunes, junto a otros dos que tenemos que trabajar de deberes durante esta semana, con las mismas frases:
- Un personaje: un político o un predicador dando un "mitin" o convenciendo de lo que sea.
- Un estado de ánimo: enfado.
Con el texto que tengo creo que los ejercicios de la próxima semana me van a resultar bastante más fáciles que los de esta, ya os contaré ;)
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