viernes, octubre 27, 2006

El club de la comedia - Voy a dejar a mi novia

VOY A DEJAR A MI NOVIA
La historia de cómo cortar una relación por lo sano:
Quiero que lo sepáis tod@s: lo voy a dejar con mi novia.

Lo voy a dejar con mi novia. Sí, me va a costar porque es inteligente, cariñosa, simpática... Pero tiene un defecto que no puedo aguantar: está buenísima.

No, con ella me pasa como con los relojes. Yo prefiero uno de propaganda de los All Bran de Kellogg's a un rolex de oro. Sí, porque con el All Bram la gente puede pensar que estoy estreñido, pero, ¡es que coño!, con el Rolex voy cagado...

No, de verdad, de verdad...
Estoy todo el día... ¿y si me lo roban? ¿y si me lo joden?... Pues lo mismo me ocurre con mi novia.

 
Todo empezó un día en la discoteca. De repente la vi y pensé: "Joder (sí, soy sincero, es lo que pensé), parece mentira que esta tía y yo seamos de la misma especie. ¡Pero si a su lado yo parezco la rana Gustavo! Y de repente se gira, me mira, y me guiña un ojo.... Que yo pensé, "¡qué pena!, con lo buena que está y que tenga un tic...!"

Pero no, no... De repente se me acerca con los ojos bien abiertos y me dice: "hola, ¿estás solo?". Y yo... "puesss... Solo, solo... Lo que se dice solos..... Sí".

"¿Salimos a la terraza a tomar algo?". Y yo pensé, ya la he pillado, ahora me lleva a la terraza, habrá una cámara oculta, estará Juan y Medio debajo del ficus y dirá: "¡Inocente, inocente!". Y me la cambiará por Jabibi.

Pero no. La verdad es que nos hicimos amigos, intimamos y cuando me despide me dice: "Entonces, ¿me llamas mañana y tomamos un café?". "Vale".

Pero pensad en mí. Yo al día siguiente me levanté, me miraba al espejo y pensaba... "Pero bueno, ¿qué habrá visto en mí que yo no veo? A lo mejor soy un intelectual y yo no me había dado cuenta... A lo mejor soy hijo de Julio Iglesias... ¿Intenta cobrarme?..."

Lo cierto es que nos hicimos novios. Que, claro, yo al principio flipaba. Decía... "Con dos cojones Pablito, claro. ¡Pero si tú de cerca ganas mucho!... Lo que pasa es que no se te habían acercado..."

Pero enseguida te das cuenta de que la cosa no es tan bonita. De entrada tus amigos se convierten en "amigos pivot". Sí, sí, amigos pivot. Están esperando a que tú tengas un fallo para coger el rebote y encestar ellos.

A la calle no puedes ir con una tía buena. En cuanto pasas por una obra es como si hubieses apretado un botón: "¿A dónde vas Blancanieves? ¿Dónde te has dejado a los demás enanitos que vas sólo con uno?". Y el de al lado... "¡Mucho conejo para tan poca zanahoria!..."

Claro, tú aquí te cabreas. Se te sube la sangre a la cabeza, se te hincha la vena ya y, y, y... Te callas. Hombre, claro, no te vas a enfrentar a unos tíos que llevan toda la vida tirando tabiques. Y tampoco vas a ponerte a razonar con ellos... "Oiga, por favor, que... Si es con educación. Hombre... Que, que, que tiene novio... Y a lo mejor está por aquí cerca".

Pero lo peor es ir de marcha. Entramos en la discoteca y ella se pone... Es agotador. Ella se pone a bailar, no para, no para, y tú allí, con ella, no la vas a dejar sola con todos esos tíos alrededor. Lo que pasa es que a ti de repente te entran unas ganas terribles de mear. La miras así y dices... "Bueno, a esta tía no se le acaban nunca las pilas! ¡Es como el conejito de Duracell... Dura, y dura, y dura."

Y es que cuando mi chica entra en una discoteca es como cuando el Rey entra en el Congreso... Todos los miembros se ponen firmes.

Y, claro, yo me planteo... "Pero Pablito, ¿realmente te compensa salir con esta chica?". Claro que algunos de ustedes pensarán: "bueno tío, está el sexo". Pues tampoco. No, no, no. Sepan ustedes que salir con una tía buena arruina tu vida sexual. No. Yo antes de salir con ella aguantaba mis diez minutitos, postura del misionero. Hombre, ahora en cuanto ella se quita el sujetador ni misionero ni leches. Sólo me da tiempo de decir ¡Amén!

Y por eso estaba pensando en dejarlo, claro. Bueno, la verdad es que es tan inteligente, tan cariñosa... ¡Vale! ¡Está buena! Todo el mundo tiene algún defecto...

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