...me estoy reconciliando, en parte, contigo.
En estos momentos finales del viaje me sirves de apoyo puntual, aunque me cueste reconocerlo y aunque ya no llegue a tenerte el aprecio que te tenía hace unos años.
Y es que...
Los demás ya no pueden tener el sol. Como decía Tsvetaeva: ese sol es sólo mío. Quizás y en parte porque cuando sale, sólo sale para mí. Para ese que (al contrario que el resto del mundo) no se entretiene presumiendo, ni analizando y ejercitando movimientos.
La Casa Azul - Todas tus amigas - La Polinesia Meridional
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