"Quedamos para un café cuando quieras" dijo el perro del hortelano, cuando, por un casual, se toparon.
"Ok (jamás entonces), hablamos (nunca) que he quedado" dijo Bruno con una teatral sonrisa mientras repetía mentalmente el mantra:
"No volveré a sacar del hoyo a nadie que no esté entre mi círculo más cercano de animales"
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