sábado, mayo 14, 2011

Insomnio



Caminamos a oscuras por los pasillos de la nave, hacia ninguna parte. Intentando perder el tiempo de alguna forma. Llegamos a un pequeño habitáculo en el cual hay dos escotillas. Una está abierta, da paso a un pasillo largo e iluminado. La otra está cerrada a cal y canto, sólo se vislumbra claridad a través de sus rendijas. No es una compuerta de seguridad, por tanto. ¿Pero qué se esconde tras de ella? Qué es necesario ocultar, sin que sea estanco? Acerco la oreja a la escotilla para ver si consigo escuchar algo... pero nada. Quizás quien esté detrás se haya percatado de mi presencia y haya preferido guardar silencio. Quizás simplemente no haya nadie. Quizás no debería andar sólo por la nave a estas horas... pero no entiendo, el por qué de la luz, y por qué está cerrado. Ahora tengo un dilema: seguir por el pasillo abierto y despejado. O gastar mis relajadas fuerzas en forzar la entrada a ese otro pasillo de al lado, quizás estancia, quizás... la verdad es que no recuerdo exactamente la distribución de estos pasillos en los planos de la nave. Pero no puede ser que me haya perdido, los conozco demasiado...
La cabeza me da vueltas.
Creo que debería volver a mi camarote.
Pequeño gran dilema nocturno...
El sueño me invade...
...

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