sábado, diciembre 22, 2007

Reiki - prolegómenos

Como bien sabéis los cuatro que entráis al RubioTurbioBlog (no porque lo haya dicho aquí, sino porque sois cuatro y uno no tiene mucho más tema de conversación) el finde pasado estuve en Madrí haciendo un curso "esprés" de reiki.
Reiki, reiki... ¿Pero qué es eso exáctamente? Bueno, para conocer la respuesta tendréis que esperar a próximas entradas ya que dodavía no sé muy bien cómo enfocar el tema ni qué decir al respecto. Además, no quiero caer en la típica entrada-chapa en la que me ponga a contar todo exaustivamente con el consecuente aburrimiento hasta de las piedras.
Así pues, mientras voy pensando el qué y el cómo (no prometo nada antes de la próxima semana), os dejo con unas imágenes curiosas de Madrí desde la perspectiva rubio turbia, un ex-ego en toda regla, pero bueno, como diría aquél: "es mi blog y hago lo que me sale de la ballena..."

Muchos no sabréis pero una de mis aficiones es la arquitectura (qué de libros tengo en la estantería por mirar...) Podría enrollarme un poco en el tema pero lo dejaré para otro momento. El caso es que a nivel de arquitectura una de las cosas que más me fascinan (aparte de todo aquello que supone un aprovechamiento magnífico del espacio) son los proyectos capaces de cambiar en sí mismos la percepción y la fisonomía de una ciudad entera, como le ocurre a los famosos (por turramiento mediático) cuatro nuevos rascacielos madrileños.
¿Qué os voy a contar de los edificios que no sepáis? Nada, sólo que tú llegas a Madrí en tren, sales a la calle y es curioso que lo primero con lo que te topes (en el país de la alpargata y la pandereta) sea esto :)



Seguimos con el ladrillo, o más concretamente con el cristal y el metal. Resulta que el sábado por la tarde teníamos que dar un paseo largo para recuperar la consciencia (ya os contaré...) así que aproveché para darme un paseo por la Castellana, que para los no entendidos es una especie de El Prado sólo que al aire libre y con excelentes obras de la arquitectura en lugar de pinturas. Como en cualquier museo, hay de todo: cosas que te encantan, cosas detestables, cosas originales pero que no sabes muy bien si te gustan o no... cosas que te parecerán cutres y simples salvo que alguien te diga "es de éste" (que será la única forma de que les encuentres algún tipo de encanto "oculto"...)
Pero bueno, vayamos al grano. El hecho de que se utilice un edificio de uno de tus arquitectos favoritos (Sáenz de Oiza) como soporte publicitario es como para echarte a temblar, porque piensas: lonas por aquí, lonas por allá... ¡Qué cutre va a quedar! Pero nada más lejos de la realidad. Me encantó la idea tan simple (casi infantil) de poner los años en colores sobre el fondo ocre del BBVA :)



Otra cosa que me gustó mucho fueron los sombreros de bruja que han colocado en varias plazas. Gallardón lo llamará "árboles de navidad", sí, bueno, que no nos engañe, todos sabemos de sus tendencias "oscuras" (enterrar la M30... vale, es un chiste malo). Sea como fuere, ¡MoooOOOolannn!



El paseo del sábado lo acabé en Nuevos Ministerios, y curiosamente en la estación había una exposición de motos, un puntazo. Quitando las Harleys antiguas que me parecieron bastante horribles y macarrillas todas, el resto de las motos las disfruté como un enano, muy chulas todas. Hice chopotrocientas mil fotos (cutres todas, con el móvil...) pero no os preocupéis, que solo os pondré dos. Una es esta Peugeot de 1904, que como se puede ver es poco más que una bicicleta con el depósito colgando del cuadro. Fijaros en las llaves de paso manuales que hay por encima del depósito ¡Son totales!



Como contrapunto una moto que se lanzará el año que viene. Es curioso comparar cien años de desarrollo tecnológico :)



Y ya como colofón un cartel de Caja Madrid que yo por lo menos no he visto por aquí. Me dejó un poco "pallá" la cara del perrillo (¡Publicistas sin escrúpulos, qué le estarían haciendo al pobre chucho...!)

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