Según los primeros calendarios romanos, que comenzaban en marzo, este es el año 2.760 tras la fundación de Roma por parte de Rómulo y Remo. Un fecha como otra cualquiera ya que también podríamos decir que estamos en el año 4.705 según el calendario chino (que empezó en febrero), pero que sirve para relativizar un poco nuestro concepto tradicional de "año" regido por el calendario gregoriano.
Bien. Algunos sabéis que a finales del 2005 tuve una serie de "ideas", "iluminaciones" o "pensamientos" (como prefiráis llamarlo) respecto a lo que iba a pasar en 2006, algo que no recordaba que me hubiera pasado nunca. Aquellas predicciones iban enfocadas hacia los más allegados, y decían que iba a ser un buen año en lo fundamental. Echemos la vista atrás: abrimientos de mente, trabajos nuevos, afianzamiento de relaciones, disfrute con las pequeñas cosas, nuevos e interesantes proyectos... creo que sí que se cumplieron ¿no? Por lo menos en cosas tan importantes como la actitud vital o el "cambio de chip".
Bueno pues todo el rollo anterior no es baladí. Resulta que la semana pasada (15 meses después) volvieron a surgirme una serie de "ideas" que llegaron de repente y sin yo quererlo, estando en plena posesión de todas mis facultades físicas y mentales:
Mal comienzo de año, duro tanto en lo personal como en lo profesional. Va a ser difícil de digerir, pero a medida que avancen los meses la situación poco a poco mejorará. Hacia el final del verano va a ser una época de grandes satisfacciones, no sabría decir si personales o profesionales, quizás ambas (algo así como un sentimiento de estar muy agusto con uno mismo y con lo que se hace). Al final del año sucederán pequeñas cosas que afearán un poco todo lo anterior, pero que sólo son maquillaje, en el fondo el año va a acabar bien y con las bases bien sentadas para algo importante que ocurrirá más adelante (aunque no sé si eso que sucederá será bueno o malo).
Locura o no, aquí queda dicho.
1 comentario:
Queda memorizado
;)
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